La dulcería conventual es la base histórica de la repostería actual

Los dulces de convento fueron el tema abordado en la tertulia mensual de La Carta Malacitana, que se celebró en el salón de actos del Ateneo el pasado martes 25 de noviembre.

Asistieron como ponentes María Antonia Martín, historiadora miembro de La Carta Malacitana y coordinadora e impulsora de la feria de Repostería Conventual de Málaga en Ronda, David Verdú, pastelero de la ciudad del tajo y, como representantes de los monasterios femeninos que elaboran dulces, Sor Clara, superiora del convento de las Clarisas de Nuestra Señora de la Paz y de la Trinidad, que estuvo acompañada de Sor Estela, vicaria y maestra de novicias, y de las seglares Lina y Elena, que ayudan en las tareas externas a la comunidad, todos ellos moderados por el periodista Marcos Chacón.

María Antonia Martín, hizo un recorrido   histórico desde la Edad Media hasta nuestros días, explicando como los conventos femeninos mantuvieron la elaboración  dulcera, de qué manera pasó ésta a la sociedad civil, la situación que se vive en la actualidad y el trabajo que ella encabeza y que lleva a cabo dentro de La Carta Malacitana, de intentar actualizar el  recetario, los métodos, la maquinaria, con el fin de incrementar la producción. Aludió también al proceso en marcha del registro de la marca «Mater et magistra» como distintivo de los dulces de convento malagueños.

La superiora del monasterio trinitario, Sor Clara, expuso a los asistentes el trabajo intenso que estos días realizan de cara a la próxima Navidad, la difícil situación económica por la que atraviesan y los problemas de mantenimiento del vetusto y enorme edificio en el que viven. Las ventas de sus productos aumentan en estas fechas en el propio convento de la plaza Zumaya, e incluso, el ayuntamiento de Málaga les ha cedido un local en el mercado de Huelin para poderlas incrementar, local que está siendo acondicionado en estos momentos. Todos los beneficios que se obtengan de ello irán destinados a reparar los estragos del tiempo y sus inclemencias, que afectan especialmente a las techumbres del monasterio.

Por su parte, David Verdú contó que es miembro de la tercera generación de pasteleros de su familia, venida desde Alicante como heladeros a la capital malagueña y luego establecidos en Ronda donde regenta la confitería DAVER y habló sobre su producción pastelera y los gustos actuales. Refirió también las auditorias que ha llevado a cabo junto con María Antonia Martín, en los conventos que ejercen la dulcería, con el fin de conocer sus carencias y necesidades así como de potenciar su valores y sus ricos recetarios, que, en algunos casos son más que centenarios. La idea respaldada por La Carta Malacitana, es intentar mejorar la producción actualizándola, mejorando el empaquetamiento y presentación y conseguir que la venta se extienda a lo largo del año y rompa la estacionalidad actual centrada casi exclusivamente en las fechas previas a la Navidad. De esta manera, se podrán acopiar algunos fondos más para el mantenimiento de los cenobios.

Tras sus intervenciones se dio paso a los comentarios y preguntas de los asistentes, y se hizo entrega de una escultura de Pepe Pereiro a cada uno de los ponentes.

También se anunció la próxima celebración en Ronda de la III Muestra de Repostería Conventual de la Provincia de Málaga, en la que participarán nueve monasterios malagueños más el de la Purísima Concepción de Osuna, invitado para esta edición. Tendrá lugar en el Palacio de Congresos rondeño, antiguo convento de Santo Domingo, sito junto al Tajo.

Concluida la tertulia, se degustó una variedad de dulces y licores elaborados por las hermanas clarisas de la Trinidad.

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